LA EXPANSIÓN AL OESTE
El siglo XIX fue un desastre para los pueblos nativos de América del Norte. La expansión hacia el oeste de los Estados Unidos se produjo a expensas de sus tierras, su libertad y, a menudo, de sus vidas, un desplazamiento masivo que ocurrió durante un período de tiempo sorprendentemente breve. Entre 1810 y 1895, Estados Unidos se tragó el continente a través de la fuerza militar y tácticas de negociación engañosas, como la Ley Dawes (1887), también llamada Ley General de Asignación, que abolía efectivamente el autogobierno tribal y forzaba a la asimilación. El gobierno rompió el sistema de tierras colectivas e implementó un sistema de parcelación individual: se dividió la tierra comunal en parcelas individuales (80 hectáreas a cada jefe de la familia y 40 hectáreas a huérfanos) destruyendo la capacidad de muchas comunidades de sostenerse con sus propias tierras -el sobrante se lo quedó el gobierno para venderlo a los colonos blancos-; se obligó a los nativos a vivir en parcelas, en muchas ocasiones lejos de sus parientes, perdiéndose las costumbres tradicionales, y acabó con el control colectivo de la tierra, facilitando el acceso a los intereses privados y gubernamentales sobre los recursos naturales. En poco tiempo, incapaces de ganarse la vida con el modelo impuesto por los «blancos», la mayoría dejó de intentar cultivar, vendió sus tierras a los blancos por poco dinero y se quedó sin tierra. Foto: Reservas indias actuales, donde viven con leyes diferentes a los EEUU donde se les prohiben por ejemplo el consumo de alcohol, las estadísticas de asesinatos o violaciones de mujeres en estas reservas no se suman a las nacionales ni se mantienen. aun asi un 82% de las muertes entre los nativos americanos y nativos de Alaska están relacionados con el alcohol.
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